Perote; Ver .- Las condiciones de pobreza en el Valle de Perote, obligan a decenas de niños y familias a trabajar en condiciones de explotación laboral en las minas de tepezil, de donde extraen piedra pómez. Con salarios raquíticos que se miden en sacos piedra y sin condiciones de seguridad en el trabajo, niños desde los siete años se inician en la labor de escarvar entre la tierra, en cuevas inseguras para encontrar piedras, si logran reunir un costal, su paga es de 1 peso con 60 centavos, que los empresarios venden a 40 y 80 pesos. Esparcidas por varias comunidades del Valle de Perote, las ocho minas de tepezil de donde se extrae piedra pomex que es usada por las grandes industrias para la fabricación de block, y en el proceso de lavado de mezclilla, es la única fuente de empleo para familias enteras.A pesar del intenso sol o frío, algunas minas no tienen ni siquiera galeras para que los trabajadores descansen y la tierra es tan inestable que ya ha habido varios accidentes de personas enterradas, quienes no poseen ni seguro laboral ni de vida. Y aunque para juntar un salario mínimo de 50 pesos, necesitan llenar más de 40 sacos diarios en condiciones de frio y humedad, lo prefieren a emigrar, porque conocen casos donde sus compañeros han regresado muertos. “Llevo varios años trabajando aquí”: Jonathan de nueve años Jonatán tiene 9 años y no va a la escuela. Trabaja de lunes a sábado de 7 de la mañana a 4 de la tarde, varios de sus “años” dice, los ha dedicado a trabajar extrayendo piedra de las minas. Su tío lo llevó ahí para que ayudara con el gasto en su casa, pues su padre los abandonó. Con la cara llena de polvo y sus manos partidas por el trabajo, asegura que cada quincena gana 150 pesos y con eso es el sostén de su familia. “No tengo papá, dejó a mi mamá, por eso vine a trabajar, cosó y armó arpillas de piedra, a la quincena me pagan 120 o 150 depende de cómo este el trabajo”, relató. Su historia es similar a la de decenas niños y familias completas que trabajan en estas minas en condiciones de explotación, laboran ocho horas diarias y por la ligereza de la piedra las madres también traen a sus hijos de hasta un año, para que contribuyan con la labor. Los niños desde los siete años son valorados en este trabajo, por su condición y agilidad pueden sacar más sacos que un adulto. Aunque en esta temporada invernal el “dueño” hace cortes y envía a sus casas a niños y ancianos, porque no le sirven si están enfermos. Aunque, algunos por la necesidad de trabajo se quedan a pesar del frio y las inclemencias, como Jonatán y otra niña quienes aseguran que trabajarán todo el mes de diciembre. “Yo prefiero las minas a morirme en el desierto de Arizona”“Juan”, trabaja en las minas desde hace dos años, reconoce que es un trabajo peligroso, que algunas veces ha habido derrumbes y los trabajadores se han quedado atrapados en las minas, pero dice como consuelo: “Nunca ha habido un muerto”. “Esto es peligroso, pero no tanto como el desierto, allá si esta cabrón, yo casi me muero”, dice. En medio de una mina donde escarva, y cuyo techo alcanza los 20 metros relata: “Intentamos pasar cuatro por el desierto de Arizona, dos de ellos se murieron, yo estuve dos días sin comer ni tomar agua, pero mi amigo pidió ayuda y me salvó, casi me muero, cuatro días no pude moverme”. Casi aliviado dice que aunque para sacar un sueldo base de 150 pesos “Esta cabrón, hay que darle durísimo”, asegura que ganar 1 peso y 60 centavos el costal, es mejor que arriesgar su vida. Abusan de la necesidad de la gente: Asociación Civil Perote Martha Gutiérrez Hernández, Vicepresidenta de la Asociación Civil “Caridad y Bondad” de Perote, opinó que algunos dueños de las minas abusan de la pobreza y vulnerabilidad de la gente, pues los hacen trabajar con sueldos de esclavos de 1 peso por costal, cuando este se cotiza hasta en 80 pesos en el mercado. Relató que los dueños mandan a traer a los trabajadores desde Perote, Jalacingo, Altotonga y los pueblos más marginados donde enganchan a familias enteras para trabajar sin un salario fijo y sin condiciones laborales adecuadas.“El trabajo es bastante pesado y peligroso, puede haber derrumbes y quedar aplastados, ahora conseguimos que les construyeran una galera para que pudieran tener sombra y escaparse del agua y frio, antes ni eso tenían, todavía algunas minas están totalmente a la intemperie”, denunció.
lunes, 7 de diciembre de 2009
Los niños de las Minas
Perote; Ver .- Las condiciones de pobreza en el Valle de Perote, obligan a decenas de niños y familias a trabajar en condiciones de explotación laboral en las minas de tepezil, de donde extraen piedra pómez. Con salarios raquíticos que se miden en sacos piedra y sin condiciones de seguridad en el trabajo, niños desde los siete años se inician en la labor de escarvar entre la tierra, en cuevas inseguras para encontrar piedras, si logran reunir un costal, su paga es de 1 peso con 60 centavos, que los empresarios venden a 40 y 80 pesos. Esparcidas por varias comunidades del Valle de Perote, las ocho minas de tepezil de donde se extrae piedra pomex que es usada por las grandes industrias para la fabricación de block, y en el proceso de lavado de mezclilla, es la única fuente de empleo para familias enteras.A pesar del intenso sol o frío, algunas minas no tienen ni siquiera galeras para que los trabajadores descansen y la tierra es tan inestable que ya ha habido varios accidentes de personas enterradas, quienes no poseen ni seguro laboral ni de vida. Y aunque para juntar un salario mínimo de 50 pesos, necesitan llenar más de 40 sacos diarios en condiciones de frio y humedad, lo prefieren a emigrar, porque conocen casos donde sus compañeros han regresado muertos. “Llevo varios años trabajando aquí”: Jonathan de nueve años Jonatán tiene 9 años y no va a la escuela. Trabaja de lunes a sábado de 7 de la mañana a 4 de la tarde, varios de sus “años” dice, los ha dedicado a trabajar extrayendo piedra de las minas. Su tío lo llevó ahí para que ayudara con el gasto en su casa, pues su padre los abandonó. Con la cara llena de polvo y sus manos partidas por el trabajo, asegura que cada quincena gana 150 pesos y con eso es el sostén de su familia. “No tengo papá, dejó a mi mamá, por eso vine a trabajar, cosó y armó arpillas de piedra, a la quincena me pagan 120 o 150 depende de cómo este el trabajo”, relató. Su historia es similar a la de decenas niños y familias completas que trabajan en estas minas en condiciones de explotación, laboran ocho horas diarias y por la ligereza de la piedra las madres también traen a sus hijos de hasta un año, para que contribuyan con la labor. Los niños desde los siete años son valorados en este trabajo, por su condición y agilidad pueden sacar más sacos que un adulto. Aunque en esta temporada invernal el “dueño” hace cortes y envía a sus casas a niños y ancianos, porque no le sirven si están enfermos. Aunque, algunos por la necesidad de trabajo se quedan a pesar del frio y las inclemencias, como Jonatán y otra niña quienes aseguran que trabajarán todo el mes de diciembre. “Yo prefiero las minas a morirme en el desierto de Arizona”“Juan”, trabaja en las minas desde hace dos años, reconoce que es un trabajo peligroso, que algunas veces ha habido derrumbes y los trabajadores se han quedado atrapados en las minas, pero dice como consuelo: “Nunca ha habido un muerto”. “Esto es peligroso, pero no tanto como el desierto, allá si esta cabrón, yo casi me muero”, dice. En medio de una mina donde escarva, y cuyo techo alcanza los 20 metros relata: “Intentamos pasar cuatro por el desierto de Arizona, dos de ellos se murieron, yo estuve dos días sin comer ni tomar agua, pero mi amigo pidió ayuda y me salvó, casi me muero, cuatro días no pude moverme”. Casi aliviado dice que aunque para sacar un sueldo base de 150 pesos “Esta cabrón, hay que darle durísimo”, asegura que ganar 1 peso y 60 centavos el costal, es mejor que arriesgar su vida. Abusan de la necesidad de la gente: Asociación Civil Perote Martha Gutiérrez Hernández, Vicepresidenta de la Asociación Civil “Caridad y Bondad” de Perote, opinó que algunos dueños de las minas abusan de la pobreza y vulnerabilidad de la gente, pues los hacen trabajar con sueldos de esclavos de 1 peso por costal, cuando este se cotiza hasta en 80 pesos en el mercado. Relató que los dueños mandan a traer a los trabajadores desde Perote, Jalacingo, Altotonga y los pueblos más marginados donde enganchan a familias enteras para trabajar sin un salario fijo y sin condiciones laborales adecuadas.“El trabajo es bastante pesado y peligroso, puede haber derrumbes y quedar aplastados, ahora conseguimos que les construyeran una galera para que pudieran tener sombra y escaparse del agua y frio, antes ni eso tenían, todavía algunas minas están totalmente a la intemperie”, denunció.
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Para ser sincero, este trabajo me sorprendio por que tenia mucho tiempo en el que no habia visto algo tan extrañamente hermoso y a la vez tan desolador.
ResponderEliminarLas fotos por alguna razón son hermosas pero el testimonio de lo que representan es devastador.
Que bueno que lo publicamos cuando fue el informe de Rosa Borunda.
No todo es rojo y rosa en Veracruz.
Que bueno que lo digas así, que lo publicamos cuando fué el informe de Rosa Borunda, porque así quiero que se sienta que AVC no solo es el que sube o hace la nota si sale algo bien o mal, no es uno, somos todos, este material es algo en lo que se tiene que seguir trabajando, porque esto es solo una parte de las injusticias que pasan en Veracruz, y es verdad ni todo es rojo ni rosa y es nuestra chamba como fotógrafos gritar con las imagenes los que nos parece mal, porque en mi caso es más fácil decir lo que creo o pienso con fotos que con palabras Raúl...
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