Por Andrés Timoteo
Como se dijo hace algunos días, los coletazos del sexenio ya comenzaron y varios de ellos están apuntando hacia la prensa. Ayer, el secretario de Gobierno, Reinaldo Escobar Pérez, comprobó que en los estertores de una administración agonizantes y por demás oscura, hay un rencor soterrad hacia los comunicadores que pasó de la insidia oculta a las agresiones directas, descaradas. Escobar Pérez, segundo a bordo del gobernante estatal intentó golpear a Miguel Ángel Carmona, fotografo corresponsal de La Jornada y Proceso en Jalapa, a quien acusó de estarlo hostigando por encargo. El ignorante funcionario pretende enlodar la imagen de Carmona y se enoja porque sale feo en las fotografías. Vaya, la solución sería que se realice una cirugía plática para parecerse a Luis Miguel y salir en las placas con la cara que tiene. Pero el ataque sucedió en pleno parque Benito Juárez de Jalapa, después de la guardia de honor a la efigie de Francisco I. Madero, ayer 20 de noviembre cuando Carmona junto con otros fotógrafos realizaba su labor. En eso, Escobar lo señaló y se dirigió a su asesor Jaime Cisneros diciéndole lo que todos escucharon: "ese es el que me está chingando". Palabras dignas de un asiduo cliente de cantinas. De repente, Escobar Pérez se lanzó abiertamente contra Miguel Ángel Carmona y a gritos le dijo: "¿qué traes contra mi?, ¿Para quién trabajas?, ¿quién te manda para que me golpees?, ¿Quién te está pagando?. En seguida, el furibundo funcionario lanzó un puñetazo que Miguel logró evadir, después otro manotazo contra la cámara fotográfica. Tan fuera de sí estaba Escobar que su propio asesor, Cisneros, tuvo que intervenir para evitar que siguiera lanzando puñetazos contra Carmona. El señor Reinaldo confundió un evento público con una de sus fanfarronadas de cantina y con el puño cerrado, luciendo sendo anillo de plata con un diamante incrustado, representó toda la imagen de la fidelidad para con los medios informativos. "Se golpea a puño cerrado si ha comunicadores que molestan", es la interpretación de lo acontecido ayer en el día patrio. Por si fuera poco, varios reporteros que vieron la agresión llamaron telefónicamente a Magda Zayas, la jefa de prensa del secretario de Gobierno para que interviniera pero la señorita con esa pasividad, parsimonia e ineficiencia que le caracteriza solo les dijo: "mi jefe confundió a Carmona, los golpes ni el reclamo eran para él, sino para Oscar Martínez". Ver para creer, la vocera Zayas ya sabía que su jefe iba a golpear a un reportero, al cual según sus palabras fue confundido pero no hizo nada para prevenirlo ni para evitarlo. Es más, ya le puso el dedo a otro fotógrafo, Oscar Martínez, uno de los accionistas de la agencia informativa AVC Noticias. Al señor Escobar le molestó una foto exhibida en el portal informativo donde se está carcajeando con la boca abierta y enseñado las muelas picadas y los dientes amarillentos. Ahora, Oscar Martínez se debe de cuidar porque la vocera de Reinaldo ya reveló el plan de que era el verdadero blanco de su jefe y en cuanto lo tenga en frente podría correr la misma suerte que Miguel Ángel Carmona. Tal Zayas para tal Escobar. La agresión a puñetazos protagonizada por el secretario de Gobierno sería razón suficiente para que fuera destituido del cargo pero lo más seguro es que no suceda así pues el señor Escobar Pérez comparte métodos y conceptos de su jefe para con los medios informativos y reporteros que no son de su agrado. Reinaldo pues, es el puño de la fidelidad. A sabiendas de cómo se las gastan Escobar su patrón, cualquier cosa que le suceda a Miguel Ángel Carmona o a Oscar Martínez, ya sabemos de dónde vino.
Como se dijo hace algunos días, los coletazos del sexenio ya comenzaron y varios de ellos están apuntando hacia la prensa. Ayer, el secretario de Gobierno, Reinaldo Escobar Pérez, comprobó que en los estertores de una administración agonizantes y por demás oscura, hay un rencor soterrad hacia los comunicadores que pasó de la insidia oculta a las agresiones directas, descaradas. Escobar Pérez, segundo a bordo del gobernante estatal intentó golpear a Miguel Ángel Carmona, fotografo corresponsal de La Jornada y Proceso en Jalapa, a quien acusó de estarlo hostigando por encargo. El ignorante funcionario pretende enlodar la imagen de Carmona y se enoja porque sale feo en las fotografías. Vaya, la solución sería que se realice una cirugía plática para parecerse a Luis Miguel y salir en las placas con la cara que tiene. Pero el ataque sucedió en pleno parque Benito Juárez de Jalapa, después de la guardia de honor a la efigie de Francisco I. Madero, ayer 20 de noviembre cuando Carmona junto con otros fotógrafos realizaba su labor. En eso, Escobar lo señaló y se dirigió a su asesor Jaime Cisneros diciéndole lo que todos escucharon: "ese es el que me está chingando". Palabras dignas de un asiduo cliente de cantinas. De repente, Escobar Pérez se lanzó abiertamente contra Miguel Ángel Carmona y a gritos le dijo: "¿qué traes contra mi?, ¿Para quién trabajas?, ¿quién te manda para que me golpees?, ¿Quién te está pagando?. En seguida, el furibundo funcionario lanzó un puñetazo que Miguel logró evadir, después otro manotazo contra la cámara fotográfica. Tan fuera de sí estaba Escobar que su propio asesor, Cisneros, tuvo que intervenir para evitar que siguiera lanzando puñetazos contra Carmona. El señor Reinaldo confundió un evento público con una de sus fanfarronadas de cantina y con el puño cerrado, luciendo sendo anillo de plata con un diamante incrustado, representó toda la imagen de la fidelidad para con los medios informativos. "Se golpea a puño cerrado si ha comunicadores que molestan", es la interpretación de lo acontecido ayer en el día patrio. Por si fuera poco, varios reporteros que vieron la agresión llamaron telefónicamente a Magda Zayas, la jefa de prensa del secretario de Gobierno para que interviniera pero la señorita con esa pasividad, parsimonia e ineficiencia que le caracteriza solo les dijo: "mi jefe confundió a Carmona, los golpes ni el reclamo eran para él, sino para Oscar Martínez". Ver para creer, la vocera Zayas ya sabía que su jefe iba a golpear a un reportero, al cual según sus palabras fue confundido pero no hizo nada para prevenirlo ni para evitarlo. Es más, ya le puso el dedo a otro fotógrafo, Oscar Martínez, uno de los accionistas de la agencia informativa AVC Noticias. Al señor Escobar le molestó una foto exhibida en el portal informativo donde se está carcajeando con la boca abierta y enseñado las muelas picadas y los dientes amarillentos. Ahora, Oscar Martínez se debe de cuidar porque la vocera de Reinaldo ya reveló el plan de que era el verdadero blanco de su jefe y en cuanto lo tenga en frente podría correr la misma suerte que Miguel Ángel Carmona. Tal Zayas para tal Escobar. La agresión a puñetazos protagonizada por el secretario de Gobierno sería razón suficiente para que fuera destituido del cargo pero lo más seguro es que no suceda así pues el señor Escobar Pérez comparte métodos y conceptos de su jefe para con los medios informativos y reporteros que no son de su agrado. Reinaldo pues, es el puño de la fidelidad. A sabiendas de cómo se las gastan Escobar su patrón, cualquier cosa que le suceda a Miguel Ángel Carmona o a Oscar Martínez, ya sabemos de dónde vino.